Obesidad infantil
Como ya es bien sabido México ocupa el nada honroso primer lugar en Obesidad Infantil en el mundo. El segundo lugar en adultos, solo después de los Estados Unidos.
De hecho, en México 1 de cada 20 niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad.
Por esto, en esta ocasión quise dedicarle un breve espacio a este tema y a las alteraciones ortopédicas que el sobrepeso y la obesidad originan.
¿Qué tiene de malo ser obeso?
La epidemia de obesidad es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los problemas de salud pública más importantes que enfrenta el mundo en la actualidad.
La Obesidad es un factor de riesgo importante para los principales problemas de salud. Tales como: las enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer comunes y diabetes.
Además, el exceso de peso puede causar:
- Deficiencias vitamínicas
- Desequilibrios hormonales
- Un aumento del estrés que pueden afectar el crecimiento óseo y la salud musculo-esquelética en general.
Lo anterior, causa deformidad, dolor y, potencialmente, una vida de movilidad limitada y calidad de vida disminuida.
¿Cómo se maneja el tema de la Obesidad en México?
Sabemos que el sobrepeso y la obesidad en los niños y adolescentes es una enfermedad que ya es una epidemia. Esto quiere decir, que ya sobrepaso por mucho los casos que se esperaban. Así mismo los medios nos hablan sobre las consecuencias que esto pude traer, como la diabetes e hipertensión principalmente. Pero no sobre las implicaciones ortopédicas que tienen.
Son estas dos últimas enfermedades las que preocupan de sobremanera a las autoridades de salud, al gobierno y a nosotros mismos. Dado que, los costos del tratamiento tan solo de la diabetes e hipertensión, que muchas veces se padecen juntas, son altísimos y no hay forma de costearlos.
Esto lo vemos reflejado en la constante falta de medicamentos en las instituciones de salud pública, en los largos tiempos de espera para una cita médica así como para la toma de exámenes de laboratorio, etc.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Todos estos problemas de salud pública son prevenibles y se tienen que atacar desde su origen: la Infancia. Para ello, es necesario contar con un adecuado modelo de salud y educación.
Y, no únicamente con campañas de radio y televisión, las cuales solo tratan de incitar a la gente a llevar una vida más sana. Pero, que realmente no brindan una forma estructurada de cómo hacerlo.
Así pues, la educación de los padres de familia es fundamental. Cuantas veces no hemos visto familias completas en las que sus integrantes son obesos: abuelo obeso, padre obeso, madre con sobrepeso e hijos obesos. Por lo cual, se nos hace muy común pensar que así debe de ser, que es algo natural, algo de «herencia». Y claro, los integrantes de esa familia obesa también se ven el uno al otro de una forma normal.
Si mi papá es obeso supongo que yo también lo debo de ser.
Como médicos estamos habituados a escuchar todo tipo de comentarios y alegatos queriendo justificar la condición de una persona. Comentarios como:
- Es que es de huesos anchos
- Así era su papá a su edad
- Toda mi familia es así pero somos sanos
- Mi hijo come muy bien
- Ni comemos comida chatarra
Por lo tanto, se debe dejar de justificar estas acciones y atender la salud propia y la de sus hijos.
Alteraciones ortopédicas relacionadas con la Obesidad
Tal como se mencionó con anterioridad, la obesidad pueden afectar el crecimiento de los huesos, las articulaciones y los músculos. A continuación se mencionan algunas de las alteraciones ortopédicas relacionadas con la obesidad.
Genu Valgo y Genu Varo
Hablando de las alteraciones ortopédicas que el sobrepeso y la obesidad conllevan en la infancia, tenemos en primer lugar las deformidades angulares de las rodillas. Estas son el Genu valgo y Genu varo, estas dos deformidades si bien no son propias de la obesidad, pueden ser más severas.
Recordemos que la cadera, rodillas y tobillos son articulaciones de carga. Las cuales están sometidas constantemente a micro-traumas y cargas fisiológicas que normalmente nuestro cuerpo es capaz de neutralizar. Pero, si estas articulaciones tienen alguna deformidad angular como las antes mencionadas. Entonces las cargas, que normalmente se reparten de una forma equilibrada, ahora serán mayores en el compartimiento medial (lado interno) o lateral (lado externo) de las rodillas en el caso del genu valgo y varo respectivamente.
Si a estas deformidades angulares le agregamos el sobrepeso u obesidad de la persona. Dichas cargas podrían ser 3 o hasta 6 veces mayores que en una persona con peso ideal. La sobrecarga a su vez produce mayor deformidad ocasionando un ciclo vicioso.
Lo anterior, finalmente llevara a esa articulación a un desgaste prematuro, lo que conocemos como artrosis de rodillas. Esta artrosis a su vez producirá dolor, limitación funcional (si es que no las tiene ya) y terminará por necesitar una prótesis de rodilla. Ahora el problema es, que con cada nivel de obesidad, los procedimientos quirúrgicos se complican cada vez mas y ponen en peligro la vida del paciente.
Entonces lo que empezó como unas rodillas «chuequitas» en el niño «gordito». Puede terminar en una cirugía de reemplazo articular, si llega a ser candidato, en el adulto obeso de 50 años.
Epifisiolistésis
Otra enfermedad ortopédica relacionada, aunque no exclusiva con la obesidad, es la Epifisiolistésis. Esta muchas veces también se relaciona con alteraciones hormonales como el hipotiroidismo.
Y volvemos al punto anterior, entre mas sobrecarga tenga la cadera al momento y después de la Epifisiolistésis, mayor será el daño. Por tanto, el pronostico no será muy bueno.
Fracturas
Para continuar mencionare a las fracturas. Pero ¿cómo?, la obesidad ¿Qué tiene que ver con que un niño se fracture?
Pues esto no es raro, ya que estudios recientes han confirmado que los pacientes con obesidad tiene hasta 25% mayor riesgo de fracturarse, sobre todo los huesos del antebrazo (radio y cubito).
Y aquí viene lo que les comentaba en un principio, los famosos «huesos anchos». Por lo que lamento decirles que los huesos de una persona obesa (niño o adulto) no son ni mas anchos ni mas resistentes. Sino todo lo contrario. Son huesos que debido a factores hormonales se van desmineralizando y van perdiendo su resistencia normal. En otras palabras son más frágiles.
Entonces cuando una persona se cae pasa lo siguiente. Comúnmente dicha persona intentará protegerse metiendo las manos con la muñeca en extensión y los codos flexionados. Siendo la energía del impacto transmitida a lo largo del antebrazo, codo y humero. Pero, si a esa energía (altura, velocidad) se le agrega el sobrepeso del paciente con huesos más frágiles, seguramente terminara por sufrir una fractura en estos niveles.
Diabetes Mellitus
Por último, es importante mencionar a la Diabetes Mellitus. Existen dos tipos de esta enfermedad, la Diabetes Mellitus (DM) tipo I y II.
La tipo I es conocida como la insulino-dependiente y la tipo II como la no insulino-dependiente. A su vez la DM tipo I (DMI) se consideraba que era una enfermedad que se producía en la juventud, por lo que se le puede conocer como DM juvenil. Y, la DM tipo II (DMII) era típicamente la forma adulta.
Hoy en día sabemos que esto no es del todo cierto, porque la DMI se puede encontrar en un adulto. Pero, lo más preocupante es que la DMII la encontramos cada vez más en niños y adolescentes. Siendo esta última relacionada directamente con la obesidad.
Así pues, la razón por la cual menciono a la DM es no solo por sus implicaciones en la salud global de la persona, lo cual ya lo sabemos de forma general. Sino por las alteraciones ortopédicas que tiene la DM.
Un estado hiperglucémico crónico mal controlado puede llevar a la aparición de neuropatía diabética. Esta a su vez producir una deformidad que se llama Artropatía de Charcot o a la formación de úlceras e infecciones en el pie diabético que la mayoría de las ocasiones terminan en una amputación.
Tanto la Artropatía de Charcot como el pie diabetico son secuelas devastadoras para cualquier persona. Dado que originan una gran discapacidad tanto física como mental. Por lo tanto se debe tener una vigilancia estrecha en estos pacientes, así como se le tiene al riñón, el corazón, la retina, etc.
Conclusión:
Podemos percatarnos que, son muchas las implicaciones que tiene el sobrepeso y la obesidad en el sistema musculo esquelético. Y, falta mencionar muchas otras, pero solo quise comentar las más frecuentes y severas.
Como adultos debemos de ser capaces de ver por nosotros mismos, somos responsables de nuestra salud, de nuestros hábitos alimenticios y de ejercicio. Pero, también somos responsables de nuestros pequeños. Es por ello que debemos insistir en la educación de los padres, de los niños, de los maestros y de los médicos de primer contacto. En fin, de toda aquella persona e institución que tenga que ver con el cuidado de la salud de los menores.
Recordemos que el niño con sobrepeso hoy será un adulto obeso mañana.
Para mayor información, pueden consultar los siguientes enlaces, que pueden ser de su interés:
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